Paro Nacional de Mujeres

Apoyamos el paro nacional de mujeres del 8 de marzo. 
PROYECTO 10.463
DE DECLARACIÓN
EXPTE.D-047/17
NEUQUÉN, 1 de marzo de 2017 
LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DEL NEUQUÉN DECLARA:

Artículo 1o Apoyar el paro nacional del 8 de marzo. “Este 8 de marzo la tierra tiembla. Las mujeres del mundo nos unimos y organizamos una medida de fuerza y un grito común: Paro internacional de mujeres. Nosotras paramos. Hacemos huelga, nos organizamos y nos encontramos entre nosotras. Ponemos en práctica el mundo en el que queremos vivir”.

Artículo 2o Apoyar solidariamente el paro nacional del día 8 de marzo llevado adelante por las mujeres, una medida de fuerza en contra de la precarización y la desigualdad laboral que sufre el género con respecto a los empleados varones. 
Artículo 3o Comuníquese al Poder Ejecutivo provincial. 
FUNDAMENTOS

El próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, tendrá una fisonomía distinta. Las mujeres volverán a tomar masivamente las calles, en un paro internacional de mujeres, con movilizaciones. Esta convocatoria fue lanzada en el país desde el Colectivo #NiUnaMenos.
La medida de fuerza busca denunciar la desigualdad histórica de las mujeres en la sociedad y sus múltiples consecuencias: desde las violencias machistas —y su expresión más extrema, los femicidios— hasta las muertes por abortos inseguros; el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, que recae mayoritariamente sobre sus espaldas; la brecha salarial en relación a los sueldos masculinos, y la precarización laboral. Las demandas tendrán su propia impronta y modalidad de adhesión en cada lugar, con un denominador común: se trata de encontrar una respuesta a la actual violencia social, legal, política, moral y verbal experimentada por las mujeres en distintos territorios y latitudes.
La conmemoración se trasluce con un fuerte pedido contra la precarización y desigualdad laboral del conjunto de las mujeres. El género no debería ser una barrera en la adquisición de derechos y es por ello que autoconvocadas y en un gesto de solidaridad se decidió esta medida de fuerza que tiene por objetivo denunciar esta situación de injusticia.
En el plano local un ejemplo concreto de la precarización y desigualdad laboral es la noticia del cierre de la fábrica Textil Neuquén. Este cierre implica el despido de sus 35 trabajadoras. Actualmente las trabajadoras están en las instalaciones para no perder lo poco de la empresa que quedó.
Pero este empoderamiento de las mujeres que se traduce en organización y lucha se ha visto presente en diferentes puntos del mundo. Las primeras mujeres que convocaron a un paro nacional, en el año 1975, fueron las islandesas con una movilización del 90% de las mujeres. Las polacas, en 2016, realizaron una huelga de un día y obtuvieron mucha resonancia en el mundo. En nuestro país y en respuesta a una semana en la que sucedieron 7 femicidios y luego de que muchas mujeres fueron reprimidas en la marcha del Encuentro Nacional de Mujeres en la Argentina se lanzó una convocatoria en las redes sociales de manera autoconvocada que derivaron en las manifestaciones del año pasado.
En este marco, la adhesión al paro internacional del 8 de marzo se organiza en sintonía con muchos países: Alemania, Brasil, Chile, Corea del Sur, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Escocia, Honduras, Irlanda del Norte, República de Irlanda, Israel, Italia, México, Nicaragua, Perú, Polonia, Rusia, Suecia, Turquía y Uruguay. JUNTAS, SOMOS MÁS!
Las desigualdades y la violencia que sufrimos las mujeres son estructurales y globales. Desde el punto de vista del trabajo cotidiano, las mujeres tenemos una jornada laboral que tiene tres horas más, que se destinan a las tareas de cuidado de personas mayores y niños, así como las tareas domésticas. Existe una trama económica que subyace detrás de la desigualdad cuando un grupo mayoritario son menospreciadas, percibiendo un salario menor que los varones, los trabajos más precarizados y la realidad que cuando hay pobreza es femenina sobre todo. La problemática de género está inmersa en una problemática de la sociedad. Las mujeres no llegan a lugares de liderazgo por discriminación, prejuicios y temas prácticos como la maternidad. La misoginia impregna nuestras relaciones cotidianas y normaliza el acoso callejero transformándolo en “piropo”; disuelve la noción misma de violencia haciéndola equivalente a su forma más extrema: el femicidio y deja impune la violencia laboral.
Sin embargo, no todas las noticias vinculadas a las mujeres han sido desfavorables. Un avance significativo contra la violencia de género fue la sanción en el año 2009 de la Ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
En el ámbito de las conquistas de derechos laborales, la Ley 26.844 de Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, equipara a las trabajadoras de casas particulares al resto de los y las trabajadores/as, en cuanto al goce de los derechos que prevé la Ley de Contrato de Trabajo.
En Argentina continúa vigente la Ley 24.012 —Ley de Cupo o Cuota— sancionada en 1991 por la que se estableció la obligatoriedad de incluir un mínimo de 30% de mujeres en las listas electorales para cargos legislativos nacionales y en proporciones con posibilidad de resultar efectivamente electas. Se encuentran esperando tratamiento parlamentario proyectos de ley destinados a elevar el piso de participación femenina en las listas electorales al 50%, en el marco de los debates en torno a la paridad de género.
La actual representación de las mujeres en cargos electivos nacionales suele ser superior al piso legal vigente: en noviembre de 2014, alrededor de 36% mujeres, 93 sobre un total de 257, diputadas nacionales accedieron a una banca. Casi 39% (28/72) del Senado están conformados por mujeres. En el Senado el nivel de participación femenina más alto fue alcanzado entre 2004 y 2007 (43%) y en la Cámara de Diputados el pico se alcanzó entre 2008 y 2009 (40%).
Con todo, a pesar de los logros en términos de equidad de género en el ámbito educativo y de los innegables avances en el mercado de trabajo y en la participación femenina en emprendimientos económicos, en general las mujeres argentinas siguen enfrentando segregación vertical y horizontal en el ámbito laboral. Su inserción en el mercado de trabajo no trajo aparejada una incorporación masiva de los hombres al mundo del cuidado y las tareas domésticas, produciendo fenómenos como el de la doble jornada laboral como lo demuestra la Encuesta del Uso del Tiempo del año 2013. Existe aún sobre representación femenina en los puestos de mayor informalidad, los de menor jerarquía y calificación así como el subempleo y el desempleo, lo que genera que las mujeres perciban, en promedio, un ingreso inferior al de los varones aun cuando su calificación sea, en términos generales, superior. Globalmente, sólo el 21% de los puestos directivos son ocupados por mujeres (internationalbusinessreport.com).
Así, los últimos datos elaborados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (2.do y 3.er trimestres de 2013) indican que las mujeres conforman el 42% de la Población Económicamente Activa (PEA) y 41,5% de la población ocupada y tienen una tasa de actividad del 47,1%.
En ese marco, Argentina incluyó como una de las metas nacionales para el logro del ODM, Objetivos del Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas respecto de la equidad de género postuló “Alcanzar en el año 2015 una mayor equidad de género mediante una mejor participación económica de la mujer y la reducción de la brecha salarial entre varones y mujeres, manteniendo los niveles de igualdad de géneros alcanzados hasta el año 2.000 en el ámbito educativo”.
En este sentido, propiciando la equiparación de oportunidades durante el año 2015 la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción al Proyecto de Ley de mi autoría regulando el acceso equitativo de las mujeres a las empresas públicas y privadas del sector hidrocarburífero, garantizando un mínimo del 30% de empleos femeninos en dicho sector. Hoy se encuentra en las Comisiones de la Banca de la Mujer y de Trabajo del H. Senado para su tratamiento. Cabe recordar que cuando me desempeñaba como senadora nacional el proyecto había obtenido la aprobación de la Cámara de Senadores, en el año perdiendo estado parlamentario en la Cámara de Diputados por no haber logrado el dictamen en una de las tres Comisiones a la que había sido girado. Fue así que en el año 2015, con pequeñas modificaciones lo presentamos nuevamente y fue aprobado en la Cámara de Diputados. Técnicamente fue aprobado en ambas Cámaras pero dado la falta de tratamiento en una de las Comisiones y una modificación, hoy este Proyecto de Ley tan importante para lograr la equidad laboral de las mujeres en las compañías petroleras, se encuentra nuevamente en el Senado. Sin duda, es un proyecto que ambas Cámaras han discutido y trabajado y aprobado. Sería lamentable que de no tratarse este año volviésemos a foja cero.
Desde los inicios planteamos en la Provincia del Neuquén que “El petróleo también es cosa de mujeres”. Esperamos que en virtud de la justicia y equidad laboral femenina el Proyecto de Ley sea aprobado este año. Resalto algunos datos de su historia, el presente Proyecto de Ley fue el resultado de una serie de encuentros, talleres y jornadas organizados en la Provincia del Neuquén, en el año 2013, bajo el lema “El petróleo también es cosa de mujeres”, en las localidades de Rincón de los Sauces, Añelo y Plaza Huincul, con la concurrencia de más de quinientas mujeres y la participación de las autoridades del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, del Consejo Nacional de la Mujer, del Ministerio de Educación de la Nación, de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), de la Universidad Tecnológica Nacional, de la Cámara Empresarial Industrial Petrolera y Afines de Neuquén, Río Negro y La Pampa (CEIPA), de los gremios del petróleo, intendentes municipales.
Su redacción original se ha enriquecido con aportes de los diferentes actores que sumaron su apoyo y visión, el personal jerárquico del Sindicato de Petroleros, la CEIPA (cámara que agrupa a todas las empresas del sector en la Provincia del Neuquén) y el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG). Insistimos que nos encontramos en un momento clave para la equiparación de las fuerzas laborales de mujeres y hombres en el sector hidrocarburífero. Hoy la realidad demuestra que el trabajo femenino constituye una labor principal y no complementaria y en este sentido el objetivo de este proyecto es contribuir a este proceso de cambio, propiciando la incorporación paulatina de la mano de obra femenina, acompañando su capacitación técnica y perfeccionamiento profesional.
Tengamos en cuenta las recomendaciones de la OIT. El documento temático para el debate en el Foro de Diálogo Mundial sobre las futuras necesidades en materia de competencias laborales y formación en la industria del petróleo y el gas de la OIT, Ginebra, 12 y 13 de diciembre de 2012, revela que la contratación de un mayor número de trabajadoras en la industria del petróleo y el gas sigue presentando dificultades.
El informe de la citada organización, titulado “Trabajo decente e igualdad de Género. Políticas para mejorar el acceso y la calidad del empleo en América Latina y el Caribe” OIT, Santiago 2013, señala principalmente que: “La segmentación ocupacional actúa como una barrera de la presencia de las mujeres en sectores considerados como tradicionalmente masculinos, tales como ciertas áreas industriales como la metalurgia y siderurgia, la construcción civil, la extracción de mineral y en el sector hidrocarburífero; los sectores de servicios como la tecnología de información (software y hardware), por ejemplo. En las áreas científicas, continúan siendo minoritarias en las ciencias exactas, las físicas y en ciertos sectores de las biológicas”.
Impulsar la participación de mujeres y niñas en la ciencia es parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible impulsada en 2015 por la ONU. Este es un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la Justicia.
La OMS en su documento acerca de las determinantes sociales de la salud recomienda “Luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos. La inequidad de las condiciones de vida está determinada por estructuras y procesos sociales más profundos. La inequidad es sistemática, es el resultado de normas, políticas y prácticas sociales que toleran o incluso favorecen una distribución injusta del poder, la riqueza y otros recursos sociales, y del acceso a éstos. La Comisión pide: que se aprueben y apliquen leyes que promuevan la equidad de género”.
El movimiento de mujeres se pronuncia de modo unitario para exigir que no excluyan ni invisibilicen nuestras demandas. El año que pasó dejó un feminismo robustecido pero en términos de políticas públicas la deuda del Gobierno con las mujeres no se ha saldado.
Por estos motivos, solicitamos a los integrantes de esta Honorable Cámara acompañar al presente proyecto.

Fdo.) PARRILLI, Nanci María Agustina - GUTIÉRREZ, María Ayelén - CARNAGHI, Guillermo Oscar - BERTOLDI, Javier César —Bloque FPVPROV— PODESTÁ, Raúl Alberto FUENTES, Eduardo Luis —Bloque NEFGPROV— SAPAG, Alma Liliana - CAPARROZ, Maximiliano José - SIFUENTES, Gloria Beatriz —Bloque MPN—. Con la adhesión de: MUCCI, Pamela Laura —Bloque FPN-UNE— NOGUEIRA, Santiago Leopoldo —Bloque MOLISUR—.

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