Algunas advertencias sobre el Alcohol Cero
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| Exposición de funcionarios de Neuquén Capital a la Comisión de Asuntos Municipales, Turismo y Transporte |
El tema más importante del día consistía en recibir a funcionarios de la municipalidad de Neuquén para que expusieran la experiencia que están teniendo en la capital con la implementación de la ordenanza de Alcohol Cero y, además, brindar la opinión que tienen sobre el proyecto unificado que la Legislatura está elaborando.
A pesar de ello, los expositores no cumplieron la consigna. No pudieron exponer con detalle la experiencia de la ciudad de Neuquén, ya que no tienen estadísticas sistemáticas sobre la misma. Ni brindaron una opinión técnica sobre al proyecto unificado que está elaborando la Legislatura.
En su lugar, prefirieron aprovechar la oportunidad para hacer una declaración política exigiéndole a la Legislatura que haga extensiva a todo el territorio de la provincia la norma sobre alcohol cero que implementaron en la Capital.
Uno de los argumentos esgrimidos por los funcionarios de la ciudad de Neuquén es que con esta nueva ordenanza la capital deja de regirse con la mismas normas que el resto de los habitantes de la provincia y esto genera confusión entre muchos neuquinos que viajan a la ciudad de Neuquén. De hecho, habría que hacerlo extensivo a la mayoría de los conductores de todo el país que atraviesan la ciudad todos los días, especialmente durante las vacaciones.
Actualmente en la provincia de Neuquén nos regimos por la Ley Provincial 2178, una adhesión a la Ley Nacional de Tránsito 24.449. Una ley nacional que representó un importante hito en todo el país porque, por primera vez, se contó con normas basadas en estándares internacionales y la ciencia médica sobre niveles de alcohol tolerables al conducir.
Una ley nacional que, gracias a la adhesión de todas las provincias, se transformó en una norma validad para todos los habitantes a lo largo y ancho del país y que, por su naturaleza, se informa a todo extranjero que por diversos motivos visitan nuestro país con sus propios automóviles o alquilando uno.
Cuando comienzan a dictarse normas locales que se distancian de este tipo de estándares nacionales, se genera confusión entre la población. Y pedir que se haga extensiva a las ciudades aledañas a la Capital no necesariamente contribuirá a superar esto. Más bien al contrario.
Esta es justamente la situación que se genera cuando en todo el país rige 0,5 gramos de Alcohol en sangre para conductores de automóviles particulares, 0,2 para motociclistas particulares y 0 para todos los conductores profesionales y en una única ciudad rige 0 gramos de alcohol para todos.
Uno de los grandes problemas en nuestro país son los accidentes de tránsito y una de las principales causas es el consumo excesivo de alcohol. Pero la enorme mayoría de los casos corresponden a conductores que violan sistemáticamente las normas nacionales. Las escasas estadísticas disponibles no parecen corroborar que conductores con consumo responsable, es decir, con niveles de alcohol dentro de los límites legales, sean responsable de la alta tasa de siniestros. Tampoco parecen corroborar que bajar el límite a cero haya contribuido a que quienes ya violaban la ley nacional ahora estén respetando la ley local.
En su lugar, muchos conductores con consumos responsables ahora comienzan a ser sancionados, especialmente si se trata de ciudadanos de otras ciudades y provincias que por un motivo u otro terminan conduciendo por una ciudad con normas diferentes a las del resto del país.
Los funcionarios de la municipalidad de Neuquén afirman que el principal objetivo detrás del impulso de normas de Alcohol Cero es contribuir a mejorar la seguridad vial. Lo dudo. Primero hay que lograr que realmente todos respeten las norma nacional antes de concluir de que es insuficiente y se necesita una aún más restrictiva. Y, en cuyo caso, habría que promover que sea una nueva legislación nacional para evitar la confusión.
Segundo, si no necesariamente mejora la seguridad vial, si se termina sancionando incluso a consumidores responsables y si se pretende que los municipios vecinos a la Capital también tengan que aplicar esta norma, entonces puede que la finalidad subyacente en todo este accionar no sea otro que el recaudatorio.
Se tendría que averiguar si, incluso, una persona que consumió un alimento con alcohol (como, por ejemplo, algunas tortas, bombones y salsas, fondue, etc.) no terminaría dando positivo en las mediciones de alcohol y, por tanto, sufrir de las mismas sanciones que una persona que consumió varias copas de vino o una botella de cerveza.
Recién mencionaba que a mí entender el fin de Neuquén Capital es ante todo recaudatorio.
Recordaba muchos casos de vecinos de Centenario que están obligados a visitar la Capital por múltiples trámites y gestiones que sólo se pueden hacer allí y terminan siendo sancionados. No necesariamente por consumo de alcohol. Existen multiples motivos por lo que quién visita la Capital puede recibir una costosa infracción de tránsito. En muchos casos, por ordenanzas específicas de la ciudad que son desconocidas más allá de sus límites y que, generalmente, no están correctamente señalizadas (por ejemplo, lugares donde está prohibido estacionar o el estacionamiento es medido).
Muchos de esos visitantes de la ciudad no necesariamente tienen recursos suficientes y, a pesar de ello, reciben infracciones con multas muy caras.
El gobierno de la ciudad de Neuquén lleva años impulsando que los municipios que la rodean cobren las multas que se aplicaron en la ciudad de Neuquén. Quieren, por ejemplo, que el municipio de Centenario cobre la multa al vecino de Centenario y luego transfiera el dinero a la ciudad de Neuquén.
El vecino de Centenario hace el esfuerzo.
El municipio de Centenario hace el esfuerzo.
La municipalidad de Neuquén recibe la recaudación.
El gobierno de la ciudad de Neuquén pretende recaudar en prejuicio de quienes viven fuera de la capital.
Transferencia de recursos desde la periferia pobre al centro más rico.
Por tanto, no es casualidad que el gobierno de la ciudad de Neuquén promueva que la provincia y el resto de los municipios incorporen estas normas con la exclusa de "reducir la confusión".
Tampoco es casualidad que muchos municipios prefieran defender a su gente y se resistan a sumarse al apetito recaudatorio del gobierno capitalino.
Finalmente, no es casualidad que el gobierno de la Capital le exige a la provincia y el resto de los municipios que aplique lo que ya aplican ellos, pero rechacen hacer lo propio si la Legislatura llega a aprobar un proyecto que promueva algo diferente a lo que hace el municipio capitalino.
En su lugar, muchos conductores con consumos responsables ahora comienzan a ser sancionados, especialmente si se trata de ciudadanos de otras ciudades y provincias que por un motivo u otro terminan conduciendo por una ciudad con normas diferentes a las del resto del país.
Los funcionarios de la municipalidad de Neuquén afirman que el principal objetivo detrás del impulso de normas de Alcohol Cero es contribuir a mejorar la seguridad vial. Lo dudo. Primero hay que lograr que realmente todos respeten las norma nacional antes de concluir de que es insuficiente y se necesita una aún más restrictiva. Y, en cuyo caso, habría que promover que sea una nueva legislación nacional para evitar la confusión.
Segundo, si no necesariamente mejora la seguridad vial, si se termina sancionando incluso a consumidores responsables y si se pretende que los municipios vecinos a la Capital también tengan que aplicar esta norma, entonces puede que la finalidad subyacente en todo este accionar no sea otro que el recaudatorio.
Se tendría que averiguar si, incluso, una persona que consumió un alimento con alcohol (como, por ejemplo, algunas tortas, bombones y salsas, fondue, etc.) no terminaría dando positivo en las mediciones de alcohol y, por tanto, sufrir de las mismas sanciones que una persona que consumió varias copas de vino o una botella de cerveza.
Recién mencionaba que a mí entender el fin de Neuquén Capital es ante todo recaudatorio.
Recordaba muchos casos de vecinos de Centenario que están obligados a visitar la Capital por múltiples trámites y gestiones que sólo se pueden hacer allí y terminan siendo sancionados. No necesariamente por consumo de alcohol. Existen multiples motivos por lo que quién visita la Capital puede recibir una costosa infracción de tránsito. En muchos casos, por ordenanzas específicas de la ciudad que son desconocidas más allá de sus límites y que, generalmente, no están correctamente señalizadas (por ejemplo, lugares donde está prohibido estacionar o el estacionamiento es medido).
Muchos de esos visitantes de la ciudad no necesariamente tienen recursos suficientes y, a pesar de ello, reciben infracciones con multas muy caras.
El gobierno de la ciudad de Neuquén lleva años impulsando que los municipios que la rodean cobren las multas que se aplicaron en la ciudad de Neuquén. Quieren, por ejemplo, que el municipio de Centenario cobre la multa al vecino de Centenario y luego transfiera el dinero a la ciudad de Neuquén.
El vecino de Centenario hace el esfuerzo.
El municipio de Centenario hace el esfuerzo.
La municipalidad de Neuquén recibe la recaudación.
El gobierno de la ciudad de Neuquén pretende recaudar en prejuicio de quienes viven fuera de la capital.
Transferencia de recursos desde la periferia pobre al centro más rico.
Por tanto, no es casualidad que el gobierno de la ciudad de Neuquén promueva que la provincia y el resto de los municipios incorporen estas normas con la exclusa de "reducir la confusión".
Tampoco es casualidad que muchos municipios prefieran defender a su gente y se resistan a sumarse al apetito recaudatorio del gobierno capitalino.
Finalmente, no es casualidad que el gobierno de la Capital le exige a la provincia y el resto de los municipios que aplique lo que ya aplican ellos, pero rechacen hacer lo propio si la Legislatura llega a aprobar un proyecto que promueva algo diferente a lo que hace el municipio capitalino.
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